Innovación y sostenibilidad

Cómo reducir el consumo de plástico en casa: una forma económica y sostenible de ahorrar

Desde el desarrollo del celuloide por primera vez en 1860 en los Estados Unidos y la posterior creación a principios del s. XX de la baquelita —la primera sustancia plástica totalmente sintética y moldeable en caliente—, el plástico se ha convertido en un material básico de nuestro día a día. Principalmente, porque es durable, resistente, ligero y versátil, de forma que tiene una multitud de usos y aplicaciones.

Sin embargo, desde el punto de vista medioambiental, también es algo problemático, porque tiene una biodegradación lenta, no es fácil de reciclar, es contaminante y puede afectar a los organismos vivos por tener algunos compuestos químicos nocivos. De ahí que la dependencia social de esta material sea un motivo de preocupación, y en especial de los plásticos de un solo uso: solo en España se estima que se consumen 13,6 millones de toneladas al año, de las cuales 1,1 millones son de usar y tirar. Lo que significa que, de este último, cada español produce, de media, 22,7 kg. de residuos anuales.

Por todo ello, en Vía Célere queremos explicarte hoy cómo puedes aportar tu granito de arena y reducir el consumo de plástico en el hogar. Lo que, además, te permitirá ahorrar bastante dinero. ¿Qué te parece?

Razones para reducir el consumo de plástico en el hogar

En el caso de los plásticos de usar y tirar, su vida útil no suele sobrepasar los 15 minutos. Sin embargo, si no se recicla convenientemente, este material puede tardar siglos en degradarse adecuadamente en la naturaleza, con el consiguiente perjuicio para el medio ambiente. No en vano, según datos proporcionados por National Geographic, 8 toneladas de residuos plásticos acaban anualmente en los océanos.

Esto es una muy mala noticia para los animales, porque estos pueden confundir el plástico con alimentos e ingerirlo, lo que puede producirles obstrucciones y problemas de salud por su toxicidad. Además, también pueden quedar enredados o atrapados en ellos, sufriendo percances serios como amputaciones, lesiones, asfixia o ahogamiento.  Y, en el caso de los microplásticos, estos pueden acabar en la cadena alimentaria, llegando en última instancia a las personas: se calcula que cada persona puede acabar ingiriendo entre 0,1 y 5 gramos semanales de estas sustancias, llegando a acumularse en sus órganos e incluso afectando a la larga a la salud.

Y eso no es todo, porque la producción de plástico también tiene un importante impacto en nuestro entorno. En concreto, este proceso requiere de grandes cantidades de energía y emite gases de efecto invernadero que favorecen el cambio climático. Por no mencionar que la acumulación de este material en forma de deshechos altera los hábitats, reduce la calidad del agua y afecta al equilibrio de los ecosistemas naturales.

Consejos sobre cómo reducir el consumo de plástico en casa

Concienciación para cambiar los hábitos de vida

Actualmente, estamos acostumbrados a usar plásticos en nuestro día a día. Por eso, es prácticamente imposible prescindir por completo de ellos. Pero, al menos, sí podemos tomar conciencia del impacto medioambiental que tiene su utilización, para tratar de tomar decisiones conscientes que nos permitan minimizar su uso, reciclarlos y sustituirlos por otros materiales (cuando sea posible).

Reducir el uso de los plásticos de un solo uso

Si nos preguntamos cómo reducir el consumo de plástico en el hogar, una de las prioridades tiene que ser limitar el uso de productos que lo contengan y que no podamos reutilizar. Si compramos pajitas, cubiertos o vasos de plástico, al terminar de consumir el producto acabarán en la basura, con el consiguiente daño para el medioambiente.

Esta es la razón por la que la Unión Europea ya ha establecido medidas para limitar su utilización, las cuales incluyen la prohibición de la fabricación de determinados tipos de envases de plástico de un solo uso a partir del 1 de enero de 2030. Entre ellos, de envases de frutas y verduras sin procesar, de porciones individuales o de alimentos y bebidas que se sirvan y consuman en cafeterías y restaurantes. Un horizonte que todavía parece lejano, por lo que hasta entonces está en nuestra mano reducir su utilización.

Cambiar las bolsas de plástico por las bolsas de tela o cartón

Este producto de uso único es uno de los más perjudiciales para el planeta, las personas y animales. Solo en España se utilizan casi 7.000 millones de bolsas al año; mientras que en todo el mundo esta cifra alcanza los 500.000 millones. Datos preocupantes, si tenemos en cuenta que tienen una vida media de 12 minutos y tardan cerca de 50 años en biodegradarse.

Además, en este caso su utilización no tiene una buena justificación, porque hay varias alternativas que pueden darnos un uso similar o incluso mejor. La muestra más clara son las bolsas de tela, igual de prácticas y muy reutilizables. Pero también podemos utilizar cestas de esparto, bolsas compostables, bolsas recicladas de rafia o los clásicos carros de la compra.

Evitar el consumo de los plásticos más nocivos

El plástico representa una amplia familia de materiales, porque hay hasta siete tipos diferentes. Hasta ahora, la ‘Society of the Plastic Industry’ (SPI) ha establecido un sistema de símbolos no obligatorio, el cual permite que los consumidores sepan el material que compone el recipiente o envase que han comprado y puedan reciclarlo fácilmente. Pero la normativa establece que, a partir de agosto de 2028, los envases deberán estar convenientemente etiquetados con información sobre su composición.

En cualquier caso, es importante que el consumidor sepa informarse a partir de estos símbolos y etiquetas, y evite adquirir productos que estén fabricados con los plásticos más perjudiciales. Entre ellos, el cloruro de polivinilo (PVC #3), el poliestireno (PS #6) y el policarbonato (Otros #7).

Reutilizar los productos plásticos

Hay un gran número de objetos plásticos que están fabricados para durar. Desde recipientes para almacenar alimentos a juguetes, pasando por utensilios de cocina, muebles, contenedores y organizadores, instrumentos musicales, cajas y fundas, macetas y jardineras o elementos de construcción. Por lo tanto, la durabilidad es un factor fundamental a la hora de decidir si lo comprobamos o es preferible buscar una alternativa.

El caso de las botellas es particularmente importante, porque mucha gente reutiliza una y otra vez envases de plástico para almacenar algún líquido (como agua) o transportarlo. Esto no es recomendable, debido a que los propios envases pueden liberar microplásticos en la bebida si están en contacto con ella el tiempo suficiente; además de acumular bacterias y patógenos. En su lugar, es mejor emplear botellas que sean reutilizables, como las de acero inoxidable, de vidrio, de aluminio o de plástico sin BPA; ya que podremos usarlas cientos de veces sin ningún problema.

Comprar a granel

Estamos acostumbrados a adquirir productos envasados en plástico. ¿Pero cuántos realmente necesitan un recipiente de este tipo? Por ejemplo, generalmente, la fruta ya está protegida de forma natural por su propia piel. Mientras que, para otros, podemos llevar nuestro propio envase (como un bote o recipiente de vidrio) y llenarlo en el punto de venta, como es el caso del azúcar, la sal, el café, el arroz, el maíz o el aceite.

Reciclar a diario

Esta es otra medida muy popular para reducir el consumo de plásticos en el hogar. Por un lado, debemos tener un cubo de basura específico para este tipo de materiales, porque nos permitirá separar convenientemente los residuos. Y, por otro lado, si se nos dan bien las manualidades, podemos reciclar nosotros mismos los productos con técnicas DYI.

Al ser un material resistente y duradero, podemos cortar tarros y botellas de plástico para crear macetas, recipientes, juguetes o soportes de huevos, usar tapones para elaborar objetos decorativos y adornos de Navidad, emplear CD’s antiguos para diseñar portafotos, utilizar pajitas de plástico para dar forma a pulseras o collares, etc.

Empieza a ahorrar dinero en casa con una buena gestión de los residuos plásticos

Hasta aquí nuestros consejos sobre cómo reducir el consumo de plástico en casa. Te animamos a ponerlos en práctica desde ya para aprovechar al máximo estos productos y, de paso, ahorrar algo de dinero. De hecho, puedes complementar este artículo con nuestra Guía para ahorrar en casa, un documento muy completo que te ofrecemos totalmente gratis. Con ella, podrás gestionar mejor tus gastos domésticos y asegurarte de que, al final de cada mes, tus cuentas estén en orden.

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