A diario durante los últimos dos meses hemos estado luchando contra una situación inesperada, el aislamiento. Tenemos ante nosotros mucha responsabilidad tanto individual como social. Depende de nosotros cuidar y respetar a las personas que nos rodean para evitar nuevos contagios y que el virus se vuelva a extender con rapidez.
La responsabilidad social no significa no salir de casa, es tener la suficiente precaución para hacerlo y extremar la salud mental (no agobiarnos) y así evitar complicaciones. Deja a un lado los pensamientos negativos que puedan aparecer en estos momentos y lucha por los positivos que seguro que los hay. Siempre es bueno cambiar el enfoque ante determinadas situaciones que nos pueden suponer un problema.
El aislamiento que estamos viviendo y la desescalada es algo nuevo y nos tenemos que dar cuenta de la actitud que debemos tener ante la situación. Muchos dicen que es una oportunidad para demostrar nuestras capacidades como sociedad y dar un buen ejemplo al resto del mundo.
La familia y los amigos nos harán desconectar. Nos escuchamos, los escuchamos y mutuamente nos damos apoyo. Recuerda que tenemos multitud de recursos para estar conectados.
No nos queda nada para vencer al virus, juntos lo vamos a conseguir.
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