Las casas del futuro eran rodantes y de cristal

Año 2000. No existen las carreteras, los coches se han convertido en vehículos planeadores y las ciudades están repletas de grandes rascacielos, esa es la típica imagen que nos viene a la cabeza cuando pensamos en el futuro que idealizaban durante el siglo pasado. Y es que, el año 2000 se veía como un horizonte lejano en el que todo sería ultra tecnológico, tanto como para ni necesitar comer porque ingeriríamos todos los alimentos en forma de pastilla. Ahora bien, si el futuro era alimentarse a base de pastillas ¿cómo imaginaban que hubiesen sido nuestras casas del futuro? ¿casas rodantes? ¿casas de cristal?

 

El cristal y los motores eran elementos imprescindibles

 

De hecho, una tendencia que marcó mucho fue la idea hacer casas móviles, ya fuesen rodantes o que pudiesen ser trasladadas, algo que posteriormente se ha cumplido en gran parte. Ya en 1900 se planteó la idea de poder mover casas o incluso edificios utilizando trenes, una idea que se retomó en 1930 con las casas rodantes.

 

¿Cuáles son las ventajas de una casa rodante?

 

Sobre todo, facilitar la construcción en las zonas más remotas y que la entrega de las mismas fuese más sencilla. Eso sí, menos alocada fue la idea de poner un motor y ruedas a una casa para poder viajar con ella a cuestas, algo que sí ha llegado a nuestros días con las autocaravanas y todo tipo de casas rodantes.

 

Los grandes ventanales son muy típicos de las casas de la actualidad, pero durante el siglo pasado, el cristal también levantó pasiones dentro del imaginario de la casa del futuro. Se quería utilizar para todo, prueba de ello son el proyecto de casa toda de cristal, que dejaría pasar los rayos ultravioletas (considerados en aquel momento como positivos) y nos harían sentir en un verano perpetuo.

 

¿Cómo será el futuro de las casas? ¿Rodantes y con techos de cristal?

 

Aunque también vivía una gran popularidad al verlo como una oportunidad para protegernos de las inclemencias climáticas haciendo grandes cúpulas que rodeasen casas completas, muros de cristal en terrazas e incluso “tejados” de cristal que cubriesen ciudades enteras. Eso sí, las cúpulas también podían tener otra utilidad: poder vivir en el espacio. Y del espacio, pasamos al mar ya que, en plena carrera espacial, en 1964 General Motors presentó un proyecto para hacer casas totalmente futuristas en las profundidades del océano. Casas rodantes, techos de cristal sobre ciudades, todos estos proyectos solo nos demuestran una cosa. ¿Quién nos dice que el futuro será como nos imaginamos?

Vía Célere

Entradas recientes

Ley de propiedad horizontal para pisos turísticos: ¿cómo afecta a los propietarios y las comunidades de vecinos?

España es el segundo país más visitado del mundo, según datos de la Organización Mundial…

3 días hace

Cómo reducir el consumo de plástico en casa: una forma económica y sostenible de ahorrar

Desde el desarrollo del celuloide por primera vez en 1860 en los Estados Unidos y…

1 semana hace

Decoración de áticos abuhardillados: consejos para crear un ambiente único

Por lo general, las buhardillas son entornos con mucho encanto a pesar de tener evidentes…

1 semana hace

Vivir en Coslada: la guía definitiva para disfrutar del municipio madrileño

La capital Madrid es un lugar lleno de oportunidades para quienes quieren disfrutar de un…

2 semanas hace

Cómo decorar un vestidor pequeño: ideas para aprovechar al máximo tu espacio

Contar con un vestidor en casa siempre es útil, aunque este no sea muy grande.…

3 semanas hace

La rentabilidad de la vivienda en España en 2025

Actualmente, el mercado de la vivienda se encuentra en una situación muy particular. En los…

1 mes hace