Operation of systems of blinds, roller blinds. Lighting range concept
En la época más calurosa del año, mantener la temperatura ideal en casa puede convertirse en un auténtico reto. La correcta climatización del hogar es un aspecto fundamental para el bienestar de las personas que lo habitan y, por suerte, no suele ser necesario hacer una gran inversión económica para conseguir buenos resultados.
Principalmente, porque hay estrategias sencillas y pequeños gestos para evitar que el sol caliente las estancias en las horas más calurosas, refrescar las estancias y mantener unas óptimas condiciones ambientales. De ellas queremos hablarte hoy en Vía Célere, para que este verano optimices tu entorno en casa o en tu destino vacacional.
Antes de ponernos mano a la obra, debemos tener claro cuál es “la temperatura ideal” para una vivienda en los meses de verano. Para interiores climatizados, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda tenerla en un rango que está entre los 23 y los 25 grados centígrados, y con una humedad relativa del 45-60 %. Si bien también aconseja que la diferencia con la temperatura del exterior no sea mayor de 12 grados, para evitar experimentar un ‘shock’ térmico al salir o entrar.
Además, a la hora de buscar la temperatura ideal para nuestra casa en el verano, también debemos tener en cuenta que:
Más allá de la solución fácil de utilizar un sistema de climatización específico, como una instalación de aire acondicionado, también podemos poner en práctica algunos consejos sencillos y económicos. Son los siguientes.
Ventila tu vivienda en los momentos del día de menos calor: abre puertas y ventanas a primera hora de las mañanas y a primera hora de las noches. Además, en la medida de lo posible, favorece la ventilación cruzada, para generar corrientes de aire que ayuden a refrescar todas las estancias.
Usa toldos, persianas y cortinas para bloquear los rayos de sol en las horas de mayor calor. Lo recomendable es empezar a bajar las persianas cuando los primeros rayos empiezan a entrar en las estancias y mantenerlas en esa situación hasta la última hora de la tarde, una vez que este se haya puesto.
Puedes refrescar el ambiente con plantas, porque, al regalarlas, estas ayudan a humidificar el ambiente. De hecho, especies de interior como el ficus, la sansevieria, el laurel o la cinta han demostrado ser muy efectivas para rebajar el calor y conseguir una temperatura ideal en casa en verano.
Junto a ello, plantéate usar un humificador adecuado para el tamaño de tus estancias, ya que también te ayudará a conseguir una óptima humedad ambiental, a refrescar el ambiente y a reducir la sequedad propia de los meses estivales.
Los electrodomésticos de la casa son una fuente importante de calor. Para funcionar, necesitan energía eléctrica, por lo que se calientan y elevan la temperatura al su alrededor. Así que, teniendo esto en cuenta, es recomendable gestionar adecuadamente sus horas de uso, para no ponerlos en marcha en los peores momentos del día.
Aparatos como la plancha, el horno, la lavadora, el secador o la aspiradora tienen un elevado consumo y son grandes fuentes de calor, así que lo mejor es utilizarlos a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Mientras que otros más pequeños, como el ordenador portátil, los cargadores o el teléfono móvil también pueden tener un cierto impacto en la temperatura de la vivienda. Lo que nos invita a usarlos con prudencia en las horas ‘punta’ de calor.
Si, a la hora de conseguir una temperatura ideal para nuestra casa en verano, el objetivo es no disparar nuestra factura energética, podemos conformarnos con el uso de ventiladores. Ten en cuenta que la diferencia de consumo entre estos y el aire acondicionado puede ser de hasta 15 veces menos en el caso de los ventiladores, así que, a la larga, el ahorro energético y económico será muy grande.
Su desventaja es que no son tan eficientes a la hora de climatizar la vivienda, pero puedes usarlos para refrescar espacios concretos y encenderlos solo a horas determinadas (por ejemplo, si vas a estar varias horas en una misma habitación). De esta forma, puntualmente podrán ayudarte a reducir la sensación de calor en tu casa.
Si encajan con tus gustos decorativos, pintar las paredes y techos con colores claros también te permitirá alcanzar una temperatura ideal en casa en verano. La razón es que estos reflejan la luz, así que ayudan a mantener más frescas las superficies y evitan el recalentamiento de las estancias.
Vístete con prendas de tejidos ligeros y frescos, como el lino o el algodón. Además, también puedes usar sábanas de seda para la cama e incluso refrescarlas justo antes de ir a dormir. Para ello, pulverízalas con un espray y algo de agua o dejarlas un tiempo (dentro de una bolsa) en el congelador antes de irte a dormir para que, por la noche, estén a una tempera óptima.
¿Sabías que una bombilla incandescente desperdicia en forma de calor casi el 90 % de la energía que consume? Además de resultarte mucho más económicas, las bombillas y sistemas de iluminación LED no alterarán la temperatura a su alrededor, por lo que te resultará más sencillo refrescar las habitaciones en las que estén encendidas.
En resumen: conseguir una temperatura ideal en casa en verano no es costoso ni complicado. Hay varios trucos para que logremos mantener a raya el calor y, de paso, ahorremos algo de dinero en unos meses como estos, en los que las vacaciones suelen disparar nuestros gastos.
Esperamos que estos consejos te sean de ayuda, al igual que nuestra ‘Guía para ahorrar en casa’, en la que también encontrarás otras recomendaciones para optimizar tu economía doméstica a lo largo del año. ¡Que la disfrutes!
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