Ahorra en la calefacción con estos sencillos trucos

Innovación y sostenibilidad

¿Sabías que el gasto de calefacción representa el 46% del total de todos los gastos de suministros del hogar? Esto significa que si no hacemos un uso eficiente de la calefacción durante los meses de invierno, la factura puede dispararse. El problema es que muchas casas no se encuentran bien preparadas para mantener el calor dentro de casa y el hecho de que este se vaya escapando por las puertas, paredes, ventanas, techo y suelo hace que tengamos que tener la calefacción puesta más tiempo y subir la temperatura para mantener un ambiente confortable. Y por cada grado que subimos la calefacción, el consumo energético aumenta un 7%, lo que se traduce en un mayor gasto económico cada mes.

Por eso, si estás buscando formas de ahorrar en calefacción este invierno sin tener que renunciar a un hogar confortable, a continuación te damos algunos consejos para conseguirlo.

Instalar sistemas de calefacción eficientes

Aunque este tipo de medidas requieren de una mayor inversión, lo cierto es que, al ritmo que sube el precio de la luz, se amortizan en poco tiempo. En climas templados, lo mejor es la bomba de calor, siempre con calificación energética A. Si optamos por una caldera, lo mejor es comprar la de condensación, ya que además de ofrecer un gran rendimiento, contaminan menos. En el caso de las fuentes de en energía, lo más económico es el gas natural, por encima de la electricidad y el gasoil.

Revisa la instalación de la calefacción

Antes de poner en marcha la calefacción, es recomendable revisar toda la instalación para asegurarse de que funciona correctamente. En el caso de las calderas, es importante hacerlo cada dos años. Para los radiadores, lo ideal es purgarlos una vez al año para extraer el aire que se haya podido quedar atrapado durante los meses que no se han estado usando.

Renovar el aislamiento de puertas y ventanas

Para que la casa se mantenga caliente, es importante que no haya fugas. Puedes solucionarlo instalando burletes en las puertas y ventanas para evitarlo. Peor si prefieres cambiarlas, instala ventanas con rotura de puente térmico y doble acristalamiento, lo que reducirá a la mitad el gasto de calefacción. Además, es importante que solamente ventiles la vivienda unos 10 minutos y cuando se vaya el sol bajar las persianas y correr las cortinas para mantener la temperatura del interior.

Ajustar la temperatura del termostato

Es importante que nunca establezcas una temperatura superior a los 21 grados en tu hogar. Si aún así continuas teniendo frío, abrígate. Tampoco se trata de estar en manga corta en casa cuando fuera hace un frío que pela. Para poder mantener esta temperatura, lo mejor es instalar termostatos y válvulas termostáticas en los radiadores, lo que te permitirá ahorrar entre un 8 y un 13% del consumo.

Cerrar los radiadores de las estancias que no se están usando

Si tenemos un sistema de radiadores, lo ideal es regular la temperatura de cada estancia en función del uso que le demos. Las habitaciones que necesitan más calor son los dormitorios. Para aumentarlo y evitar que el aire se escape por la pared, coloca paneles reflectantes (también puedes poner paneles japoneses) en la parte trasera para que rebote hacia la habitación. En aquellas habitaciones no se estén usando, lo más conveniente es cerrar los radiadores para evitar un consumo innecesario.

Apaga la calefacción durante la noche

Por la noche, la temperatura adecuada es de entre 15 y 17 grados. Por eso, si la temperatura del hogar no es inferior a esta temperatura, no hay necesidad de mantener la calefacción encendida durante la noche. Prográmala para que se encienda unos minutos antes de levantarte y la casa se vaya caldeando. Algo que también puedes hacer cuando no estás en casa. No obstante, si vives en una ciudad muy fría, puedes mantenerla encendida todo el día a 15 grados. De hecho calentar la casa a mayor temperatura cuando llegamos supone un mayor gasto.