¿Cuántas viviendas habituales se pueden tener? Requisitos y excepciones
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Tener más de una vivienda puede ser una ventaja, pero en términos fiscales y legales, no siempre es tan simple definir cuántas de ellas pueden ser consideradas como “habituales.” En España, la normativa establece ciertos criterios para que una propiedad sea considerada como vivienda habitual. Y es que, este tipo de residencia suele beneficiarse de deducciones fiscales y otros incentivos que no se aplican a viviendas secundarias o de recreo.
En este artículo, exploraremos cuántas viviendas pueden ser reconocidas como habituales bajo la ley y cuáles son las condiciones necesarias para mantener este estatus. Esta información te ayudará a optimizar el uso de tus propiedades y a entender cómo afectan las normativas a tus obligaciones fiscales y derechos como propietario.
Diferencias entre primera y segunda vivienda
Antes de profundizar en si una segunda vivienda puede llegar a considerarse como tu residencia habitual, es importante entender qué distingue una vivienda principal de una secundaria.
¿Qué es una primera vivienda?
Una primera vivienda es el primer inmueble que una persona adquiere cuando no posee ninguna otra propiedad. Es la situación típica de quienes se independizan y desean comprar su propia casa, ya que aún no tienen otra propiedad a su nombre.
¿Y una segunda?
Una segunda vivienda es aquella propiedad que se adquiere cuando ya se cuenta con una residencia en propiedad. Este tipo de compra suele realizarse para tener una casa en la playa, la montaña o en algún otro destino de interés. Los fines que puedes darle a este son:
- Residencia para los fines de semana o de forma casual.
- Residencia vacacional.
- Instrumento de inversión.
- Prestarla a familiares o conocidos.
- Espacio de arrendamiento turístico.
¿Cuál sería la residencia habitual?
La Agencia Tributaria define la residencia habitual como el lugar donde una persona reside habitualmente debido a sus vínculos personales y profesionales. Para este organismo, la residencia habitual será aquella donde se resida durante un plazo continuado, de mínimo, tres años.
Si no cumples esta condición, la Agencia Tributaria también considera que será tu residencia habitual aquella en la que vivas permanentemente durante, como máximo, doce meses desde la fecha de la adquisición o de finalización de las obras destinadas a su uso.
Por lo tanto, una segunda vivienda sería aquella propiedad adicional que posees sin que sea tu residencia principal.
No podemos culminar este apartado sin concretar las dos circunstancias en las que una vivienda pierde su condición de “vivienda habitual”:
- Sucede algún contratiempo que impide su ocupación: separación, traslado por trabajo, consecución del primer empleo, etc.
- La residencia deja de ser adecuada para ti, después de que hayas empezado a sufrir alguna discapacidad.
¿Cómo hacer que la segunda residencia sea domicilio habitual?
Una duda recurrente es si una segunda vivienda puede ser vivienda habitual. La respuesta es clara: sí. Todo lo que tendrías que hacer sería empadronarte en ella y comunicarlo a la administración (preferiblemente, convirtiéndola en tu domicilio fiscal).
En la propia página web de Hacienda explican cómo realizar el trámite, un procedimiento que exige la presentación del “Modelo 030. Censo de obligados tributarios-Declaración censal de alta, cambio de domicilio y/o de variación de datos personales”.
¿Se pueden tener dos domicilios habituales?
La respuesta es negativa. La Agencia Tributaria considera que cada ciudadano tiene una única residencia habitual. Solo permite tener dos viviendas habituales en casos concretos y específicos como:
- Matrimonios con domicilios separados: Según la legislación española, un matrimonio puede tener dos viviendas habituales en circunstancias específicas, como cuando ambos cónyuges tienen motivos legítimos para residir en diferentes lugares debido a actividades económicas, laborales o familiares.
- Razones laborales o profesionales: Cuando una persona necesita mantener dos residencias por motivos de trabajo, como tener empleos en ciudades distintas.
- Situaciones familiares especiales: Por ejemplo, en caso de divorcio o separación, donde cada cónyuge puede establecer su propia vivienda habitual.
Requisitos y consideraciones para que dos viviendas puedan considerarse habituales
Se deben cumplir ciertos criterios:
- Uso efectivo y permanente: Ambas viviendas deben ser utilizadas de manera continua y efectiva, demostrando una permanencia real.
- Justificación: Es crucial demostrar que ambos lugares cumplen con los requisitos legales para ser considerados residencias habituales.
- Tiempo de residencia: Generalmente, se requiere residir en la vivienda durante al menos 12 meses continuados.
- Domicilio fiscal: Mantener el domicilio fiscal en la vivienda que se declara como habitual.
Implicaciones fiscales
Tener dos viviendas habituales puede tener impactos significativos en términos fiscales:
- Declaración de la renta: Ambas viviendas deben figurar en la declaración de la renta.
- Beneficios fiscales: Generalmente, solo una de las viviendas puede calificar para beneficios fiscales como vivienda habitual.
- Imputación de rentas: Para la vivienda que no se considere habitual, se deberá realizar la imputación de rentas inmobiliarias.
En conclusión, aunque es posible tener dos viviendas habituales en circunstancias muy específicas, es una situación excepcional que requiere una justificación sólida y puede tener implicaciones fiscales significativas. Siempre es recomendable consultar con un profesional fiscal o con la Agencia Tributaria para evaluar cada caso particular.
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