Diseño de cocinas: Poner una alfombra, ¿sí o no?

Decoración, Lifestyle y decoración

Hasta no hace mucho las alfombras eran un elemento decorativo casi exclusivo de los salones, salas de estar y dormitorios. Sin embargo, hoy en día podemos encontrarlas en diferentes estancias de la casa, incluso en la cocina. Puede que en estos momentos estés pensando que tener una alfombra en la cocina requiere de mucho mantenimiento, pues hay que lavarla más a menudo, y que conseguir que esté siempre limpia en un lugar como la cocina puede convertirse en misión imposible. Pero lo cierto es que en el mercado existen alfombras de diferentes materiales, como el vinilo, que hacen que la limpieza sea más rápida, cómoda y eficaz.

Gracias a ellas, podemos aportar calidez a la cocina, logrando crear un ambiente más confortable, ya que aíslan térmicamente y visten con elegancia cualquier estancia. Pero además, nos permiten delimitar diferentes áreas de la misma, lo que resulta especialmente interesante cuando tenemos una cocina de grandes dimensiones. De esta forma, podemos separar visualmente la zona en la que cocinamos de la del comedor o la de trabajo. Y no sólo eso, sino que también son una forma de ganar en seguridad, ya que pueden evitarnos más de un resbalón y ayudarnos a mantener el suelo más limpio en aquellas zonas más castigadas, sobre todo si el suelo es de madera.

En cualquier caso, al igual que ocurre con cada uno de los elementos decorativos que ponemos en nuestro hogar, a la hora de comprar una alfombra para la cocina, deberemos tener en cuenta algunos aspectos para elegir aquella que mejor se ajuste a las características de la estancia. Y no solamente por cuestiones estéticas, sino también para que sea más fácil de limpiar y más segura.

¿Naturales o sintéticas?

Todo depende de tu presupuesto y del uso que vayas a darle. Las alfombras de fibras naturales son más clásicas y valiosas, por lo que son ideales para dar un toque de elegancia a la cocina, pero las alfombras de fibras sintéticas, además de ser más económicas, suelen ser más fáciles de limpiar.

El algodón, práctico y fresco

Las alfombras de algodón son cómodas y funcionales y combinan muy bien tanto con ambientes más clásicos como más actuales e informales. Al ser muy frescas, resultan perfectas para colocarlas en la cocina durante los meses de verano. Lo único que debes tener en cuenta es que son muy ligeras por lo que es importante poner debajo una base deslizante que evite que se muevan constantemente. Y no solamente por estética, sino porque pueden causar más de un resbalón.

Alfombras de lana, un clásico

Aportan textura y confort, y son más duraderas. Las más preciadas son las anudadas a mano, que se fabrican en telares artesanos manualmente, lo que hace que cada pieza sea única. Eso sí, no resultan nada adecuadas para la zona de los fogones ni del comedor. Si quieres poner este tipo de alfombra en tu cocina, es mejor colocarla en la zona de trabajo.

Los nuevos materiales

Para la zona de los fogones y del comedor nosotros recomendamos los materiales plásticos, como el PVC, el vinilo o el polietileno. Además de ser tendencia, son la opción más cómoda, ya que pueden limpiarse más fácilmente. Al contrario de lo que ocurre con las alfombras de algodón o lana. Son resistentes a las manchas y a la humedad. Pero también son muy buena elección para el exterior, pues no se estropean con la exposición al sol o la lluvia. Además de poder elegir entre una gran variedad de colores y formas.