Energía solar en casa: ¿es conveniente después de los últimos cambios de legislación?

Innovación y sostenibilidad

Tras los últimos cambios dados en el Real Decreto de Autoconsumo (RD900/2015) del 9 de octubre de 2015 sobre suministro de energía eléctrica con autoconsumo y de producción con autoconsumo afecta al uso de energía solar y su empleo en los hogares españoles. Cualquier persona interesada en utilizar este tipo de energía renovable se plantea si es conveniente hacerlo. ¿Qué factores hay que tener presentes para que salgan las cuentas a favor?

Lo primero que todo el mundo piensa al hablar de energía solar es en las placas solares. Éstas se pueden ubicar en el tejado de las casas unifamiliares o bien en el jardín si se dispone de una zona amplia y soleada. Esta inversión ronda los 600€ al nivel más básico (hablamos de un panel solar de 250W, inversor y el montaje). Los paneles son útiles alrededor de 25 años y tras un año de uso la factura se verá reducida entre 50 y 70€, por lo que el panel queda “pagado” con ese ahorro en unos 10 años.

Pero con el nuevo Decreto de Autoconsumo esta cifra de ahorro baja a los 35€, alargando el tiempo que se necesita para amortizar la instalación. Se debe a los nuevos “peajes” a la energía que suman un coste añadido a la potencia contratada (parte fija) y otro a la energía que se obtiene de estos paneles (parte variable), siendo éste último de 6 céntimos por cada kWh.

Pero existe una forma de no pagar esa parte variable: colocar una instalación que no supere los kWps que tengas contratados para tu hogar, ya que dice el Real Decreto que “se podrán establecer reducciones de peajes, cargos y costes para determinadas categorías de consumidores de baja tensión de la modalidad de suministro con autoconsumo. En todo caso, tanto la potencia máxima contratada de consumo como la instalada de generación no serán superiores a 10 kW”. Por lo tanto, contratando esta potencia en el hogar y con una instalación que de hasta esa cantidad, no habrá que pagar el cargo por energía autoproducida.

También hay que tener presente la existencia de baterías para poder almacenar toda la energía producida y recurrir a ella si ésta no se va a usar durante las horas de sol (que es cuando puede consumirse al momento, el resto se pierde). Son muy caras y su uso realmente hace que la amortización del coste sea a largo plazo, por lo que hay que saber cuánta energía se utiliza en las horas de sol e instalar un número de paneles acorde con ello. Además, con las baterías sí se paga la parte fija que dependerá de la potencia máxima que genere nuestra instalación.

La opción más lógica y que ya siguen países como Alemania, Portugal, Dinamarca, México, Australia, Grecia, Italia y muchos de los estados de Estados Unidos, es el “balance neto”, es decir, que los particulares (y no solo las empresas) puedan verter a la red el excedente energético que no se puede aprovechar durante las horas de sol y luego recuperarlo en otras franjas, como la noche, y a cambio de una cuota de compensación.

Un caso de éxito empleando la energía solar es el de la sede SEO/Birdlife, una organización conservacionista que ha hecho de sus oficinas un ejemplo a seguir. Se autoabastecen y también generan energía limpia gracias a las placas solares de su tejado. Hace ya tres años, tal y como cuenta a el diario El Mundo, redujeron la potencia eléctrica que tenían contratada, instalaron un interruptor para los sistemas de refrigeración, sensores de presencia en ciertas zonas para el encendido de las luces (cambiadas también por Leds), temporizadores en los grifos, revisaron los cierres de sus ventanas para no perder temperatura interior y tomaron medidas respecto al uso que hacían del papel.

En noviembre de 2015 dieron el salto a la energía solar, e instalaron 12 placas fotovoltaicas por valor de 6.900€, con lo que han conseguido reducir su consumo de energía en un 20% y un 25% en la factura de la luz según cuenta Asunción Ruíz, directora ejecutiva de la asociación. Y hay que tener en cuenta que sus oficinas ocupan tres plantas, 417 metros cuadrados en total.

Las energías limpias y renovables son el futuro. No solo se trata de una inversión económica a largo plazo sino para el medioambiente. Sí merecen la pena siempre que se estudie primero la inversión que debe hacerse para que no suponga un gasto desmesurado al bolsillo y sea rentable.