Ideas para elegir el colchón que necesitas

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El confort de una cama no depende solo de su tamaño. La elección tanto del colchón como de la almohada es de vital importancia para un buen descanso y por ende, una buena salud. Ya hemos hablado de cómo elegir la almohada adecuada pero, ¿qué hay del colchón? Descubre qué tienes que tener en cuenta para hacer la elección correcta.

Dime cómo duermes y te diré qué colchón necesitas

Los colchones modernos tienen un lado de verano y otro de invierno. Esto es útil para los climas con estaciones pero para los lugares donde el frío o el calor predominan el uno sobre el otro hay fibras térmicas y capas de algodón que ayudan a disipar el calor, al igual que hay colchones que ayudan a mantener el calor. Es importante informarse de esto antes de hacer la elección final.

Los colchones tradicionales son de muelles y, pese a lo que pueda parecer, siguen siendo una opción excelente en la mayoría de los casos:

  • Muelles individuales: son los más sencillos. Cuenta con varios muelles colocados en vertical y enlazados unos con otros por hilos metálicos. Son los más económicos (de media 200€) aunque no los más cómodos. No recomendados para personas con problemas de espalda o personas mayores.
  • Muelles continuos: es parecido al anterior pero en este caso los muelles están formados a partir de un solo hilo metálico, lo que le da una mayor firmeza y aguante. Por lo general son algo más caros que los primeros y una opción suficiente para la mayoría de las personas.
  • Muelles embolsados: están formados por un conjunto de muelles de pequeño tamaño y cubiertos por una cubierta de tela individual. Esta manera de sujetar los muelles proporciona una adaptación muy buena a la forma del cuerpo a la vez que permiten una ventilación suficiente. En la parte superior se suele añadir una capa de espuma o látex, lo que los convierte en una opción ideal para aquellos que necesiten de un buen soporte y no estén cómodos con un colchón de muelles estándar. Su precio ronda los 600€ y su calidad es alta, aunque su duración no excederá los 15 años al ir deformándose con el tiempo por el peso. Ideal para los niños y jóvenes.
  • Espuma: la idea es sustituir la flexibilidad de los muelles por pequeñas bolas de espuma. Este tipo de colchones se amolda perfectamente a la curvatura de nuestra espalda y tiene efecto memoria, algo ideal para los que tienen a permanecer toda la noche en la misma postura pero nada recomendable para los que se mueven mucho en la cama. Otra ventaja es que sus materiales suele ser hipoalergénicos y para personas con asma o enfermedades respiratorias suele ser la elección ideal. Su precio es bastante superior a los de muelles y rondan los 800€.
  • Látex: similares a los de espuma, son bastante pesados, pero lo compensan por su excelente capacidad de adaptación a la forma del cuerpo y su resistencia a los ácaros y otros insectos. Hay que tener cuidado por si alguien es alérgico al látex y su precio es mayor que el de muelles. Sin embargo, sigue siendo una opción excelente si lo encontramos cómodo desde un principio.

Los otros colchones

Existen colchones de agua, de aire, ortopédicos o incluso de lana, una rareza más propia de quien añora tiempos pasados que de quien prefiere un buen descanso, ya que no son una opción real si se trata de descanso y de salud.

La elección del colchón debería estar motivada por tres factores: postura principal al dormir, estado de salud y tamaño. Si se tienen claras estas tres características solo queda ir a la tienda, probarlos (la recomendación es estar unos 10-15 minutos para tener sensaciones relevantes para la toma de decisiones) y llevarse uno. Un consejo final: en los colchones prioriza la calidad y no el precio.