¡Las casas victorianas me chiflan!

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Las casas victorianas son inspiradoras y nos invitan a soñar, ¿verdad? Pero ¿qué es exactamente una casa victoriana? Pues si buscáramos un referente literario, éste, sin duda, alguna lo hallaríamos en Jane Austen y en las novelas de las hermanas Bronte. Estamos ante un estilo decorativo que se siente en cada rincón de la casa gracias al recurso a telas con estampados floridos, muebles de madera clásicos, sus molduras y la presencia de chimeneas en todas las estancias, además de suaves colores. En los siguientes apartados, abordaremos estos aspectos con más detalle.

Las casas victorianas gozan de gran tirón e incluso podemos encontrar personas enamoradas de este estilo que han decidido recrear este estilo en sus viviendas y resucitar incluso las vestimentas para incorporarlas a su día a día como si tal cosa. Al menos éste ha sido el caso de Sarah y Gabriel Chrisman, una pareja de Washington que ha decidido vivir conforme a los cánones de lo victoriano. Y, por supuesto, el estilo de las casas victorianas es más que evidente en su vivienda.

Pero ¿por qué se llama así a las casas victorianas?

Seguramente ignoras la razón de este nombre y en qué momento surgió. Si es así, has de saber que ostenta este nombre en honor a la reina Victoria, pues fue durante su reinado cuando comenzaron a construirse; es decir, durante el período comprendido entre los años 1837 a 1901. Su principal rasgo es que se trata de casas adosadas cuyo fin era albergar a los trabajadores que se mudaban a la ciudad con el propósito de trabajar en las fábricas. En concreto estamos hablando de la época inmediatamente posterior a la Revolución Industrial que terminó en 1840.

Principales características de las casas victorianas

Pero vamos a ver qué rasgos definen a estas casas. Por lo tanto, permanece atento al siguiente apartado si has decidido que una casa victoriana es lo que te pide el cuerpo:

  • Chimeneas: En aquella época, el sistema por antonomasia para caldear el hogar eran las chimeneas. Por lo tanto, resulta fácil encontrar una en cada estancia de la casa.
  • Cocinas pequeñas: Las cocinas eran espacios reservados a la servidumbre que era la responsable de preparar las comidas a los propietarios de las casas y por ello contaba con los metros precisos para tal cometido –ni uno más ni uno menos–. A diferencia de la época actual donde las cocinas son las almas de muchas casas y donde la familia suele reunirse.
  • Molduras: Estamos ante un rasgo muy ‘in’ en aquellos tiempos que, además, denotaba el caché de la familia. Así, cuantas más molduras, mejor dado que ello suponía que era una casa con posibles.
  • Ventanales de guillotina: Estas clase de ventana se compone de cuatro o seis cristales que se hallan fijados a rieles de madera que se deslizaban verticalmente.
  • Ausencia de garajes: No busques un garaje donde guardar el coche en una casa victoriana, a no ser que la hayan reformado recientemente.
  • ¡Y el porche!: Sí, no faltaban unas pequeñas escaleras para acceder a la vivienda.

En suma, las casas victorianas siguen cautivando a muchos pues tales atractivos la convierten en la casa perfecta para muchos nostálgicos de esa época.