Reciclando: ¡Da una segunda oportunidad a tus muebles!

Decoración, Lifestyle y decoración

No siempre es necesario contar con un mueble nuevo. Tampoco hay que conformarse con cualquiera de segunda mano solo para ahorrarnos algo de dinero. Prueba a reciclar muebles viejos o antiguos y dales una segunda vida. Te sorprenderán los resultados y no creerás lo útiles que pueden llegar a ser con un par de retoques.

Muebles con una utilidad diferente para la que fueron creados

Aunque una mesa haya sido fabricada con un propósito, el arte de la reutilización y el reciclado puede hacer que esa mesa pase a ser una cosa totalmente diferente y que aún así, cumpla perfectamente su nuevo cometido.

Por ejemplo el típico mueble auxiliar de cocina que ya no usamos después de haberla reformado. Al tener varios cajones y baldas para diferentes usos, se le puede añadir una tabla para alargar la zona utilizable y una escuadra para sostener el peso. Con ese añadido y puesta contra la pared, ya tenemos un perfecto escritorio infantil.

Igual que con el mueble de la cocina, es posible que tengas algún mueble de interior demasiado viejo para seguir usándolo. En ese caso puedes lijarlo, pintarlo con pintura especial de exteriores y sacarlo a la terraza o al jardín. Servirá como mueble de almacenaje para las herramientas de las plantas o para guardar la vajilla de las barbacoas. No te preocupes por el tiempo. Ese mueble ya ha cumplido su cometido y aunque se estropee en unos años, habrá sido útil una última vez.

Algo que suele dar mucho juego son los cajones y las baldas, ya que tiene mil y un usos. Un cajón de madera maciza por ejemplo, si se coloca en la pared puede hacer de estante perfectamente. Forra el interior con un papel decorativo bonito y barniza el resto. Si tienes más de uno puedes colocarlos en un pasillo y llenarlos de libros, figuras u otros objetos decorativos.

Repintar para revivir los muebles

Muchas veces los muebles que no queremos usar están perfectamente y el único problema que tienen es el aspecto exterior. En la gran mayoría de los casos esto se puede arreglar dándole una capa de pintura nueva o de barniz según el caso, ya que el color es lo que define el espacio que ocupará en la casa. Un viejo mueble de salón de madera oscura, puede ser un complemento perfecto para la habitación de los niños si se pinta de blanco y se le añaden detalles de colores como los pomos, los marcos de los cajones o los laterales. Antes de tirar nada piensa en si lo que está mal es el mueble en sí o quizá solo su aspecto exterior, algo de fácil (y barato) arreglo.

Lavado de cara

¿Y si lo que queremos es ese mueble en concreto pero con un aire diferente? Hay muchas formas de darle un aspecto distinto a un mueble. Pintar es la opción más fácil pero muchas veces solo tenemos que añadir elementos diferenciadores para darle una segunda vida. Prueba con pegatinas, papel decorativo o remates de metal o plástico para las esquinas por ejemplo. Un mueble blanco cambia mucho si ponemos unos biseles de color negro o cambiamos los pomos por unos diferentes. Esos detalles, aunque parezcan pequeños, cambian completamente la imagen de un mueble hasta el punto de parecer uno nuevo.

Casi todos los muebles de la casa sirven para guardar algo, apoyar algo sobre ello o sostener alguna cosa. La gran mayoría encajan en una sola estancia porque se pensaron para un uso concreto, pero casi siempre es una mera cuestión estética. La utilidad real de un mueble está condicionada por lo que queramos hacer con él. Revisa todos esos objetos a los que no les has dado uso en los últimos años y piensa en qué habitación podrían encajar. Seguramente puedas reutilizar varios de ellos y el resultado sea mejor de lo que esperas.

 

Guía para ahorrar en casa de Vía Célere