Suelo radiante: ventajas e inconvenientes

Innovación y sostenibilidad

Uno de los factores que más nos preocupa en nuestra casa es que sea confortable y para ello el suelo radiante puede influir. Vamos a hablar del suelo radiante y sus ventajas e inconvenientes, para que los valores.

El suelo radiante funciona a través de una red de tuberías de plástico, que se instala bajo el suelo y una capa de mortero, por la que circula agua caliente o fría que se expande por el suelo y transmite calor o frío.

Este sistema se utiliza en muchos hogares desde hace algunos años y su instalación aporta ventajas e inconvenientes como los que vamos a detallar a continuación.

Suelo radiante: ventajas

Entre las ventajas del suelo radiante podemos destacar las siguientes:

  • Ahorro de espacio. El sistema de suelo radiante, tal y como hemos visto, al colocarse debajo de suelo o en las paredes hace ahorrar espacio ya que no se necesitan radiadores o calefactores. Esto deja más libertad para la decoración del interior de tu casa.
  • Mayor eficiencia energética. Una de las mejores ventajas del suelo radiante es que es más eficiente y, por lo tanto, ahorra energía. Utiliza agua a baja temperatura (30-45 grados), frente a otros sistemas que necesitan temperaturas de 80-85 grados. Además, si se combina el suelo radiante con calderas de baja temperatura o energía solar térmica, el ahorro de energía aumentará y tu casa será más sostenible.
  • Posibilidad de frío y calor. Inicialmente el suelo radiante se utilizaba como calefacción pero en los años 90 se comenzó a utilizar también para enfriar. Simplemente se hace circular agua fría por las tuberías del sistema que va por debajo del suelo.
  • Aumento del confort. El calor se va a repartir de una forma más equilibrada por toda la casa por lo que el confort aumenta. Por otro lado, se trata de un sistema que no produce polvo puesto que no mueve el aire ni sequedad.

Inconvenientes del suelo radiante

Junto a las ventajas que hemos destacado, el suelo radiante tiene algunos inconvenientes como los que detallamos a continuación:

  • Inversión económica. Instalar suelo radiante supone una inversión económica más elevada que la necesaria para otros sistemas de climatización o calefacción, pero la inversión se amortiza en un plazo razonable puesto que se ahorra energía.
  • Dificultad en la instalación y mantenimiento. Por lo general, debido a que se trata de una instalación complicada se suele realizar en casas que se están construyendo o rehabilitando integralmente. Por otra parte, el mantenimiento también es complicado y debe realizarse por personal cualificado para ello.
  • Tarda más en calentar la casa. Como es un sistema que funciona a bajas temperaturas, el suelo radiante tardará más en calentar tu casa, sin embargo, tal y como hemos detallado antes, el calor se distribuirá más uniformemente.

Por lo tanto, si estás construyendo tu nueva casa o has pensado en hacer una rehabilitación total, es el momento oportuno para que valores este sistema y sus ventajas e inconvenientes.