Beneficios de vivir en una casa pasiva: Ahorro de energía y confort

Actualidad

En la actualidad, uno de los problemas más grandes que tiene el mundo entero es el consumo de energía. Por ello, cada día se plantean nuevas estrategias para disminuir el consumo energético y es ahí donde aparece el concepto de casa pasiva o passivhaus. 

Un tipo de edificación diseñada para ahorrar hasta un 90% en las demandas de calefacción y refrigeración comparado con una vivienda tradicional. Y es que, si por algo se caracteriza la casa pasiva es por utilizar la arquitectura bioclimática para conseguir que las casas tengan una eficiencia energética mucho mayor al promedio. 

Como estas edificaciones tienen un coste energético muy bajo para el propietario y una huella reducida que garantiza, a su vez, el bienestar del planeta, en Vía Célere queremos en esta ocasión enumerar detalladamente todos los beneficios que tiene vivir en una casa pasiva. ¡Descubre las ventajas que tienen este tipo de construcciones que cada día son más demandadas en España! 

Seis beneficios de vivir en una ‘passivhaus’ 

Si te estás planteando comprarte una casa, seguro que estás buscando un hogar cómodo y con bajo consumo energético. Por ello, ¿por qué no optar por una casa pasiva? Estas viviendas logran reducir en todo lo posible el impacto climático de la vivienda, así como garantizar el máximo confort en su interior.  

Son tantas sus ventajas y beneficios respecto a las viviendas convencionales que, a continuación, te indicamos los más importantes: 

Confort térmico y acústico

Una casa pasiva está bien insonorizada y apenas requerirá climatización. El hecho de tener unos aislamientos térmicos con estanqueidad y unos buenos cerramientos sin filtraciones de aire garantizan una temperatura constante durante los 12 meses del año. Además, el confort acústico es una realidad gracias al uso de carpinterías de altas prestaciones con triple vidrio. 

Gracias a la arquitectura bioclimática mencionada anteriormente, conseguimos una temperatura ambiente constante sin necesidad de encender calefacción o aire acondicionado durante todo el año. En invierno se suelen utilizar estrategias como son la captación de radiación solar, el aumento del aislamiento de la casa o el aprovechamiento de la inercia térmica. En verano, sobre todo hará falta generar ventilaciones naturales, así como proteger cualquier obertura de la radiación solar mediante filtros.  

Ahorro notable de dinero

El consumo de energía es mucho menor que en una casa tradicional, de hecho, en ocasiones es incomparable. Por ello, notarás un respiro en tu bolsillo, pues ahorrarás una gran cantidad de dinero en aire acondicionado y calefacción. ¿Sabías que se calcula que el consumo energético en una casa pasiva bien pensada y bien construida se reduce hasta en un 90%?  

Además, la energía que sea necesaria se generará se generará vía fuentes renovables. Un sistema, a su vez, saludable que permite reducir las emisiones de carbono al mínimo.  

Humedad relativa por encima del 40%

El hecho de disponer de una casa pasiva que se calienta de forma natural con el calor del sol o bien mediante la entrada de aire caliente precalentado en una galería a modo invernadero, permite disfrutar de una temperatura de confort sin modificar las condiciones naturales del aire.  

Todo ello se consigue gracias a que todas ellas se construyen con una orientación solar adecuada. El estudio de la orientación se realiza siempre para obtener un máximo aprovechamiento solar y de la luz natural.  

Orientación solar adecuada de casa pasiva

Reducción de las emisiones de CO2

En las viviendas pasivas se utilizan materiales y aislamientos naturales para su construcción lo que permite reducir el CO2, la huella ecológica y el impacto ambiental. Además, al necesitar muy poca energía en ellas, se reducen, a su vez, las emisiones contaminantes que provocan el cambio climático.  

Calidad del aire

En toda casa pasiva el intercambio energético entre el exterior y el interior se realiza de forma eficiente lo que permite en todo momento garantizar unas condiciones higrotérmicas ideales. El aire renovado pasa por unos filtros específicos que eliminan ácaros, polen, compuestos orgánicos, etc. Por todo ello, el aire es más sano y limpio y la calidad del aire es mejor. Algo que verás reflejado en tu salud, pues se disminuyen notablemente las probabilidades de sufrir las enfermedades respiratorias que existen en la actualidad.  

Rápida amortización

Las viviendas pasivas tienen en cuenta muchas más variables que la arquitectura convencional. Uno de ellos, es el de la amortización, un concepto importante para la arquitectura bioclimática. A diferencia de las edificaciones tradicionales, que sólo miden la eficiencia en función de la rapidez y el coste económico, la pasiva no se centra en eso.  

Y es que, la casa pasiva no compite en eficiencia económica a la hora de su construcción lo que puede suponer un pequeño sobrecoste inicial sobre el precio global de la obra. Sin embargo, a la larga este modelo de vivienda es mucho más rentable gracias al ahorro de la llamada “hipoteca energética”. Además, el confort que te ofrezca será incomparable.  

Si quieres beneficiarte de todas las ventajas que tienen las casas pasivas, debes saber que para obtener la certificación passivhaus, en España se deben cumplir seis criterios: arquitectura bioclimática, aislamiento térmico, ventanas según el estándar passivhaus, instalación de un sistema de ventilación con recuperador de calor, estanqueidad y hermeticidad al aire. Si se cumple, ¡Enhorabuena, podrás disfrutar de una vivienda de calidad, cómoda y sostenible en tu día a día! 

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