Cuatro razones para vivir en casas de pueblo

Consejos

Las prestaciones de las casas de pueblo son mucho más amplias de lo que puede creerse inicialmente. A la comodidad de habitar en localidades muy pequeñas, se le une la mejor calidad de vida que se importa desde este modelo de habitabilidad alternativo. Sin olvidarse de los beneficios económicos que genera esta decisión que puede tomarse para iniciar un nuevo estilo en la forma de vivir y relacionarse con la gente. No con tanto glamour y sofisticación como en las grandes y medianas poblaciones. Pero sí con una calidad en el desarrollo de tu personalidad de la que carecen estas últimas. Además, están comercializadas bajo ofertas mucho más asequibles para los bolsillos domésticos más modestos. Desde este escenario, tienes varios motivos para tomar esta iniciativa e irte a vivir a un pueblo. ¿Estás dispuesto a un cambio de estas características?

Primer motivo: casas de pueblo a precios razonables

“Oportunidad, se vende casa en pequeño pueblo de 140 metros cuadrados a restaurar y con excelentes vistas a la montaña. Precio: 45.000 euros”. Así reza uno de los múltiples anuncios que aparecen en las ofertas de las agencias inmobiliarias especializadas en la venta de esta clase de inmuebles. Con propuestas tan sugerentes como pazos, casas señoriales o viviendas unifamiliares. Con un denominador común en todas ellas: su ubicación en pequeñas localidades repartidas por toda la geografía nacional. Incluso con la posibilidad de comprar pueblos abandonados a precios de saldo. Basta comprobar que el precio medio de la vivienda en España durante el cuarto trimestre de 2016 ha sido de 1.213 euros por metro cuadrado, según los datos facilitados por Tinsa.

Segundo motivo: tranquilidad asegurada

La calma que genera vivir en los núcleos rurales sustenta esta decisión. La accesibilidad a los servicios más básicos es más cómoda porque todo está mucho más cerca que en las ciudades. Sin la necesidad de utilizar el coche ni otros transportes públicos. No en vano, todo lo tienes a mano. Además, permite mantener unas relaciones sociales más intensas y agradables al conocerse prácticamente todos los habitantes. En donde la seguridad se constituirá en otra de las aportaciones que incide en la aceptación de este modelo alternativo de vida. Hasta el punto que raramente detectarás conflictos con los vecinos, como consecuencia de la relajación que ofrece la vida rural.  

Tercer motivo: vida más saludable

Comprar casas de pueblo garantiza estar en mayor contacto con la naturaleza y todo su entorno. Sin que en ningún momento la contaminación pueda alterar tu estado de salud. Tampoco puedes olvidarte que tendrás una alimentación más sana para tu organismo ya que sus componentes son completamente naturales. Los jardines y huertos abastecerán tu nevera de frutas, verduras frescas u hortalizas sin que tengas que depender de los productos de los supermercados. O lo que es peor, de las comidas prefabricadas, con toda una serie de colorantes y aditivos tan perjudiciales para la salud. No es extraño, por tanto, que si eliges este modo de vida, a los pocos días de tener la casa compruebes que te sientes mejor y no tienes el mismo estrés y fatiga que en la ciudad. Con un aire que es más puro y que te ayudará a prevenir ciertas enfermedades.

Cuarto motivo: invitación al ejercicio

Esta elección será la excusa perfecta para que eliminar el sedentarismo de una vez por todas. No en vano, dispondrás de todos los medios para conseguir este deseo tan beneficioso para tu organismo. Los espacios abiertos, paisajes variopintos y una mayor oferta de naturaleza serán solamente algunos de los pretextos que tengas para estar en perfecta forma física. ¿Puedes hacer esto mismo si vivieses en una gran población? Con toda seguridad que esta pregunta hará que te replantees el tipo de vida que deseas llevar a partir de ahora.

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