El verano y la protección solar: cuidados básicos

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Existen muchas opiniones en cuanto a protección solar se refiere, pero, nunca se sabe cuál es la adecuada para nuestro tipo de piel.

La crema solar es imprescindible para hacer un uso correcto del sol, ayuda a prevenir que los rayos ultravioletas (UV) lleguen a la piel de manera directa y la dañe.

Existen dos tipos de radiación ultravioleta, los rayos UVA y los rayos UVB. Estos últimos causan daños en la piel y aumentan el riesgo de posible cáncer de piel.

La luz UVB es la principal causa de las quemaduras por el sol, mientras que los rayos UVA penetran en la piel de una manera más profunda y se asocia con las arrugas, la perdida de elasticidad en la piel y otros efectos que provoca el envejecimiento.

¿Qué es el FPS?

La mayor parte de los filtros solares con un FPS de 15 o mayor hace un trabajo de protección contra los rayos UVB.

Las radiaciones solares son factores que influyen en la acción de la exposición solar. El FPS o Factor de Protección Solar es un elemento que se asocia con los productos de cosmética solar y que a menudo no se interpretan de manera correcta.

El FPS es un número que indica cuál es el múltiplo de tiempo al que se puede exponer la piel.

Cada persona tiene que saber el tipo de sensibilidad que tiene a la exposición solar y conocer el tiempo que se puede exponer al sol sin riesgo de tener posteriormente quemaduras.

Hay que cuidarse del sol en todas las épocas del año.

Permanecer sin un correcto protector durante un tiempo prolongado puede causar problemas de salud. Toda la protección que nos pongamos contra los rayos del sol puede ser poca, tenemos que prevenir los daños que puede causarnos en la piel.

Cuidados básicos que debemos tener en cuenta cuando nos exponemos al sol:

  • Usa protección solar.
  • Utilizar gorras y sombreros que tapen la cara y el cuello.
  • Proteger los parpados porque es la parte del cuerpo que más sufre.
  • Tener cuidado con los horarios en los que nos exponemos, la luz ultravioleta incide más desde las 11:00h a 17:00h. En este periodo se recomienda no exponerse al sol y disfrutar de ese tiempo a la sombra.
  • Hay que tener en cuenta el tipo de crema solar que nos aplicamos. Muchas no resisten al agua y se eliminan con facilidad. En este caso, hay que usar de manera reiterada el protector.
  • Hidratarse es muy importante. Durante el verano nos enfrentamos a golpes de calor de temperaturas muy elevadas en las que nuestro cuerpo en varias ocasiones no es capaz de anteponerse.
  • Hay que beber dos litros y medio de agua por día.
  • Consumir frutas y verduras.
  • Mantener una dieta ligera.
  • Hay que disfrutar de la vida, de los momentos, del aire libre pero mantener siempre con un equilibrio.

La luz solar es esencial para muchos seres vivos. La luz del sol tiene su parte peligrosa como hemos contado en el post de hoy: puede dañar la piel e incluso los ojos.

Nuestro cuerpo ha sido diseñado para aprovechar la luz del sol, nos ayuda a mantener nuestros patrones de sueño por buen camino para que podamos estar despiertos por el día.

Tomar muy poco sol, sobre todo en los meses de invierno, puede hacer que algunas personas se vuelvan propensas a una forma de depresión conocida como trastorno afectivo estacional.

La luz solar también ayuda a que la piel produzca vitamina D, que es necesaria para la función normal de los huesos y la salud. Sin embargo, la luz del sol también puede causar daño.