La tecnología hizo reales las casas futuristas

Innovación y sostenibilidad

¿Quién hubiese dicho que sería posible que nuestra nevera hiciese ella sola la compra o que nuestro horno se pondría a cocinar para tener la comida preparada al llegar a casa? Eso y mucho más es posible hoy en día gracias a la domótica e internet, que permiten mantener nuestras casas conectadas 24 horas, todos los días de la semana. Aunque eso sí, hasta hace no muchos años esto solo era posible en la mente de unos cuantos soñadores.

Y es que, ya desde los años 30 el sueño de tener una casa robotizada estaba presente. Por aquel entonces, esas casas futuristas tendrían aparatos para hacer todas y cada una de las tareas además de un robot mayordomo.

La escoba eléctrica, la antecesora del aspirador

Antes incluso ya se hablaba de aparatos electrónicos para nuestro día a día y la escoba eléctrica fue uno de ellos. Este artilugio protagonizó una viñeta publicada en 1904 sobre innovaciones en la vida del hogar, un sueño que finalmente se ha hecho realidad con las aspiradoras y los robots aspiradores que actualmente están tan de moda.

Radios, televisiones y un fax para recibir el periódico en casa cada mañana

En las casas futuristas no faltarían radios, televisiones, fonógrafos, grabadoras y reproductoras de sonido, equipos de cine caseros y hasta un fax para recibir el periódico cada mañana según la compañía Radio Corporation America allá por 1939, una imagen que nos acerca mucho a todo lo que podemos hacer hoy gracias a Alexa y Célere Wish.

Y es que, de la mano de esta tecnología, nos encontramos con las primeras promociones de viviendas en España en las que se puede a controlar nuestra agenda, los electrodomésticos de casa y cualquier otro elemento de la casa como la calefacción.

Protorobots de cocina en la Rusia de los años 60

Ya en los años 60, en Rusia imaginaron un futuro situado en el año 2017 en el que habría máquinas de cocina inteligentes que leerían las recetas y las elaborarían de forma autónoma y despertadores con un brazo extensible para despertarnos del letargo a tortazos.

Ahora bien, cuando leemos esto, descubrimos que los hombres del siglo pasado no andaban tan desencaminados con su idea de cómo serían las casas futuristas en el año 2000, ¿Acertaremos nosotros imaginando cómo será el mundo en 2100?