Cómo ahorrar gas en invierno y reducir tu factura
Aunque las calderas de gas tienen una fecha de caducidad tanto en nuestro país como en Europa, mantienen todavía un gran protagonismo en los domicilios españoles. Se estima que 4 de cada 10 las utilizan para calentar sus estancias y el agua, por lo que, cada año, la llegada de los meses más fríos plantea a las familias el reto de ajustar su consumo al máximo para que su bolsillo no se vea especialmente afectado.
Es más, el gasto de gas natural durante este período puede suponer prácticamente la mitad del de todo el año. Y es que, si la necesidad media anual es de 7.384 kWh, en diciembre, enero y febrero el consumo puede llegar a ser de 1.108 kWh mensuales. Lo que significa que cada hogar que utiliza esta opción gasta, aproximadamente, 83 euros al mes para calentar su casa (siempre y cuando su tarifa corresponda a la del mercado libre).
Dado que, lógicamente, pasar frío no es una opción viable para reducir el gasto, en Vía Célere te traemos varios consejos prácticos sobre cómo ahorrar gas en invierno. ¿Te animas a aplicarlos con nuestra ayuda?
Recomendaciones para ahorrar gas durante el invierno
Revisar el sistema de calefacción con la suficiente antelación
El primer consejo es anticipar la llegada de los meses fríos para dejar a punto nuestra instalación y garantizar que nos ofrecerá el mejor rendimiento. De esta forma, nos aseguramos de que funciona correctamente y funciona de forma eficiente.
Los meses de septiembre u octubre pueden ser un buen momento para que solicitemos a nuestra distribuidora del gas o empresa instaladora que nos haga una visita para inspeccionar el estado de la caldera y realizarle el mantenimiento. Ten en cuenta que en esta época del año todavía no hay una alta demanda del servicio, así que seguramente no tengas que esperar mucho para que un técnico especializado acuda a tu vivienda.

Purgar los radiadores
Como parte de este mantenimiento previo, también nos ayudará repasar los radiadores de la vivienda para extraer el aire que puedan haber acumulado a lo largo de los meses de desuso. Dado que este impide que el agua caliente circule por el sistema, es importante que los vaciemos de manera periódica, ya que, si no lo hacemos, las estancias no alcanzarán la temperatura que le hemos solicitado a la caldera.
Repasar el aislamiento térmico de la vivienda
Este es uno de los consejos más importantes en todo manual sobre cómo ahorrar gas en invierno. Cuanto mejor retenga tu casa el calor, menos tiempo necesitarás tener encendida tu caldera y también será menor la intensidad con la que deberás hacerla trabajar. Así que, decides adaptar tu inmueble para aislarlo y que sea energéticamente eficiente, no consideres esta decisión como un gasto, sino como una inversión.
En concreto, se calcula que este esfuerzo económico termina siendo rentable en un plazo que va de 5 a 10 años, en función del coste de la instalación, del tipo de material aislante que hayamos escogido, de si hemos disfrutado de alguna subvención y del ahorro mensual en las facturas. De hecho, este último puede superar el 30 % respecto a las viviendas que no cuentan con aislamiento, así que la reducción en el gasto se empieza a notar desde el primer momento.
Un aislamiento térmico completo y profesional supone instalar materiales aislantes en paredes y techos, cubrir las paredes y muros con revestimientos o cambiar las ventanas y puertas. Aunque también podemos optar por soluciones sencillas y baratas, como sellar las fugas de estas últimas con burletes, revisar el estado de las persianas, pintar las paredes exteriores con colores blancos para reflejar la radiación solar o utilizar plantas y alfombras en casa para ayudar a conservar el calor.

Alcanzar y conservar la temperatura ideal en invierno
Ten en cuenta que, durante el día y en esta época del año, tu vivienda no necesita estar a más de 23ºC para que se sienta confortable. Y durante la noche la temperatura puede bajar incluso a 17ºC, ya que al dormir permanecerás abrigado y no necesitarás tener una sensación térmica mayor.
Si cuentas con un termostato no solo te será sencillo saber a qué temperatura se encuentra tu hogar en cada momento, también regularla para que se sitúe en todo momento en el rango ideal de entre 21 y 23 grados. E incluso si dispones de un sistema inteligente, este podrá gestionarse automáticamente para cambiar la intensidad de la calefacción o encenderla/apagarla según tus necesidades. Lo cual te ayudará a controlar mejor tus consumos y, por tanto, a ahorrar gas en invierno sin casi darte cuenta.
Dejar las puertas entornadas o cerradas para no perder calor
Esta es una opción sencilla para conseguir que la temperatura de las habitaciones y estancias sea lo más estable posible, sobre todo cuando tenemos encendida la calefacción. Cuanto más pequeño y recogido sea el espacio, más fácilmente retendremos el calor, por lo que es fundamental cerrarlo y aislarlo del pasillo o de otras habitaciones si no vamos a estar saliendo o entrando a menudo.
Mantener encendida la calefacción solo cuando es necesaria
Muchas personas no tienen claro si es mejor mantener la calefacción encendida a baja intensidad o encenderla y apagarla puntualmente. Pues bien, la respuesta es fácil: si lo que queremos saber es cómo ahorrar gas en invierno, lo ideal es que limitemos las horas de consumo en la medida de lo posible.
Por un lado, hay que tener en cuenta que encender la caldera supone pedirle al sistema que haga un pico de consumo para activarse y alcanzar la temperatura que le demandamos. Por eso, no es recomendable activarla y apagarla de forma reiterada, ya que esto haría que el gasto se disparara.
Y, por el otro, debemos saber que tampoco es aconsejable mantener el sistema encendido durante toda la jornada, por mucho que este se encuentre al mínimo. Este consume gas continuamente, así que la opción más económica es la intermedia: encender la calefacción solo unas pocas horas. Especialmente, cuando:
- La vivienda esté fría.
- Sepamos que vamos a estar las siguientes horas en casa.
- Podamos evitar que se pierda el calor cuando la apaguemos.

No tapar radiadores
En invierno es más complicado secar la ropa al aire libre, porque el frío ralentiza este proceso. Esta es la razón por la que podemos tener la tentación de ponerla sobre los radiadores de nuestra casa, para lograr que quede lista cuanto antes.
Sin embargo, la lógica nos dice que esta solución es contraproducente para que el sistema de calefacción cumpla con su trabajo, que no es otro que calentar las estancias. Así que, en estos casos, lo mejor es que acerquemos el tendedero al radiador, sin llegar a taparlo, de forma que las prendas se sequen por proximidad, no por contacto.
Ventilar solo lo necesario
Diariamente tenemos que renovar el aire de nuestra vivienda. Y la mejor forma de hacerlo sin que esto afecte demasiado a la temperatura doméstica es aprovechar el momento más caluroso del día (generalmente, a mediodía) y hacerlo justo antes de encender la calefacción. Hay que considerar que, si lo hacemos al revés, perderemos mucho del calor que hemos conseguido acumular, con el consiguiente gasto económico y energético.
Otras opciones interesantes pueden ser ventilar a primera hora de la mañana para luego encender la calefacción (si tenemos previsto estar las siguientes horas en casa) o justo antes de que tengamos que salir, de forma que no nos afecte la caída de la temperatura ambiental tras abrir las ventanas.
Llevar ropa abrigada
Ten presente que no siempre necesitas crear un entorno idóneo para eliminar la sensación de frío cuando estás en casa. Si utilizas ropa de abrigo que sea confortable, seguramente te sentirás mejor e incluso no necesitarás encender la calefacción o subir su intensidad en un momento dado. Materiales como el forro polar, la lana, el algodón 100 % o el poliéster conservan muy bien el calor corporal, así que utilízalos para vestirte y para cubrir superficies con alfombras, cojines o manteles.
Ahorrar gas en invierno es fácil con estos pequeños consejos
Con las Navidades y los Reyes a la vuelta de la esquina, cada euro ahorrado en calefacción cuenta para hacernos más llevadera la temida cuesta de enero. Así que te animamos a probar estos trucos en casa para reducir tu factura energética este invierno.
Y si quieres conseguir todavía mejores resultados, no olvides descargarte gratuitamente también nuestra ‘Guía para ahorrar en casa’, donde te ampliamos estos y muchos otros consejos para que puedas controlar tu economía doméstica y aprovechar al máximo tus consumos.
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